Se anuncian los planes para el primer museo ruso dedicado a la masacre de Katyn

Flores colocadas en un pedestal que forma parte del actual complejo conmemorativo de Katyn foto de Dennis Jarvis con licencia CC

6 de noviembre de 2015

Se han anunciado planes para abrir el primer museo de Rusia dedicado a la masacre de Katyn, que vio a casi 22.000 prisioneros de guerra polacos asesinados por agentes soviéticos en 1940.

El edificio del museo de dos pisos, que se inaugurará a finales de 2017, se ubicará junto a un complejo conmemorativo existente en el bosque de Katyn, a unos 20 kilómetros de Smolensk, donde tuvieron lugar la mayoría de los asesinatos. El complejo conmemorativoen sí mismo ha servido como lugar para exposiciones y conferencias desde su apertura en 2000, pero el Ministerio de Cultura de Rusia ha decidido asignar los 11,9 millones de rublos 186.600 dólares que se consideran necesarios para la construcción de un edificio de museo para albergar exposiciones permanentes y temporales.exhibiciones multimedia y proyecciones de películas.

Si bien el monumento existente, que presenta una cruz ortodoxa de madera de diez metros de altura y un pedestal dedicado a los prisioneros de guerra soviéticos, fue financiado conjuntamente por el Ministerio de Cultura de Rusia y el Consejo Polaco para la Protección de los Lugares de Lucha y Martirio, elEl nuevo museo es una empresa exclusivamente rusa. Según Dmitrii Ofitserov-Belsky, de la Escuela Superior de Economía de Moscú, es poco probable que la nueva construcción "inicie una nueva etapa en las relaciones ruso-polacas".

La masacre de Katyn, propuesta por Lavrenty Beria, jefe de la NKVD la policía secreta soviética y aprobada por Joseph Stalin, se llevó a cabo en varios lugares en la primavera de 1940. Se estima que casi la mitad del oficial polacoclase murió en los tiroteos masivos. Hasta 1990, el gobierno soviético afirmó que los cuerpos descubiertos en las fosas comunes en el bosque de Katyn en 1943 fueron víctimas de represalias nazis. Desde la caída de la Unión Soviética, las relaciones ruso-polacas se han tensado repetidamentepor el hecho de que ambos funcionarios rusos no desclasificaron y divulgaron muchos archivos relacionados con la masacre al gobierno polaco, y su negativa a reconocer el crimen como un crimen de guerra o un acto de genocidio.

En 2010, la Duma Estatal de Rusia aprobó un fallo que declara a Stalin personalmente responsable de ordenar la masacre. En 2012, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró la masacre un crimen de guerra.

Fuente: Izvestia