Estas instantáneas del Nizhny Novgorod nocturno capturan la tranquila contemplación del viajero ruso

16 de mayo de 2019

En un país tan vasto como Rusia, ir de A a B se ha convertido comprensiblemente en una especie de ritual nacional, un acto de meditación colectiva. Ya sea un viaje en tren nocturno de regreso a su ciudad natal o un viaje diario al trabajo, el tiempo que pasa enentre lugares nunca se pierde el tiempo.

Es esta forma de vida transitoria, con su melancólico encanto de no pertenencia, la que anima el mundo oscuro y nevado capturado por Marina nativa de Nizhny Novgorod Volskaya-Nikitina. En sus fotos, el viaje diario se transfigura en un viaje entre realidades, todo iluminado por semáforos. Los ojos cansados ​​de un pasajero de autobús de repente parecen llenos de historias.

La ciudad natal de Marina, fundada como el puesto de avanzada en el sur de Rusia y más recientemente un lugar de exilio para los disidentes soviéticos, incluido Andrei Sakharov, ofrece a los fotógrafos un terreno ecléctico para explorar. Los pasajeros soñolientos de las tomas de Volskaya-Nikitina pasan por las antiguas murallas del Kremlin de la ciudad, abandonadasrecintos feriales, carreteras de hormigón, cafés al borde de la carretera, distritos suburbanos y fachadas de madera en ruinas.

Más allá de las luces parpadeantes y las inclemencias del tiempo, estas fotos también apuntan hacia el exceso de emociones que experimenta cada día la gente común: amor, curiosidad, desesperación, ociosidad, agencia. En conjunto, este feed, lo que Volskaya-Nikitina la llama"Urbanografía nocturna", ofrece un recordatorio de cómo una ciudad como Nizhny une a los extraños, incluso cuando parecen distantes.

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