Persiguiendo autos: el fotógrafo capturando focos de paz en los paisajes urbanos de Rusia
14 de octubre de 2021 Texto:
Masha Borodacheva Imágenes :

exploración

El fotógrafo Vlad Tretiak tiene un ojo agudo para la belleza poco convencional. "Los quioscos de periódicos, el frío invernal y la negligencia y el deterioro general son inseparables del paisaje ruso, pero no me importa", dice el fotógrafo, oriundo de Kemerovo enSiberia.

Tretiak toma específicamente imágenes de los autos incrustados en estos paisajes. Viejas berlinas y furgonetas resistentes están bañadas en luz eléctrica, transformadas de elementos cotidianos mundanos en el foco de instantáneas poéticas que fusionan nostalgia y futurismo. Tomadas principalmente en Siberia y San Petersburgo,Las crónicas de automóviles del fotógrafo no invitan al espectador a una aventura en un viaje por carretera, sino que lo empujan a contemplar las intrincadas complejidades de la realidad urbana.

Tretiak, que actualmente está renovando su propio Toyota de los 80, obviamente tiene una pasión por el automovilismo, aunque sería una exageración decir que los motores por sí solos nutren su práctica artística. Aún así, centrarse en los automóviles lo ayuda a navegar, contextualizar y personalizar elLugares inhóspitos o poco atractivos que frecuenta como fotógrafo. "Es difícil hacer una buena toma de un automóvil independiente. Pero un automóvil puede completar un conjunto de detalles que de otra manera serían un mosaico", dice.

Las texturas versátiles del paisaje urbano de Rusia proporcionan una inspiración constante para Tretiyak. Él cree que incluso las estructuras sin rostro recubiertas de plástico de principios de la década de 2000, los centros comerciales suburbanos y los lavaderos de autos, tienen una historia que contar. Más importante aún, él creeque una historia es identificable para una mayoría en Rusia, que creció rodeada de estos edificios en sus propios vecindarios. La fotografía de Tretyak ayuda a fomentar un sentido de romanticismo, o al menos aceptación, de estos paisajes. Busca lo crudo, industrial yespacios pasados ​​por alto que ofrecen tranquilidad en medio de la vida de la ciudad. “Es un ritual de recuperar la paz en la vida cotidiana, como fumar un cigarrillo mientras esperas que llegue el primer autobús al amanecer, cuando las calles aún están vacías”, dice.