El club de cine: cama y sofá

15 de agosto de 2013

El Film Club es un homenaje al cine. Cada mes, el equipo de Flavor77 selecciona una película rusa favorita, desde un clásico del cine soviético o un documental innovador hasta el último cortometraje de un nuevo director joven. Luces apagadas, por favor.


A mediados de la década de 1920, una época en la que directores soviéticos como Sergei Eisenstein producían películas que glorificaban al régimen comunista, otro cineasta menos conocido se estaba lanzando por su cuenta. Abram Room buscaba aportar una nueva veracidad al cine soviéticoy en 1925 publicó un manifiesto distinguiendo el arte del cine del teatro. “El cine es preeminentemente realismo, vida, lo cotidiano, objetividad, comportamiento debidamente motivado”, escribió. “Si tuviéramos que caracterizar el teatro y el cine en términos simplesdeberíamos decir: el teatro es 'parecer' mientras que el cine es 'ser' ”.

El resultado fue una serie de películas, entre las que destaca Bed and Sofa 1927, que se centró en llevar el realismo psicológico al cine. Bed and Sofa cuenta la historia de Volodya, un joven que viaja a Moscú en busca de empleo.no tiene dónde vivir, se queda en el sofá de un viejo amigo del ejército, Kolya, y su esposa Liudmila. No pasa mucho tiempo antes de que Volodia y Liudmila se embarquen en una aventura y los tres se acomoden en un ménage à trois con Kolya moviéndose al sofá. Cuando Liudmila queda embarazada, ambos hombres asumen que tendrá un aborto. Sin embargo, sentada en la sala de espera de la clínica de abortos, decide en el último minuto quedarse con el bebé y dejar a ambos hombres.

En 1920, Rusia se convirtió en el primer país del mundo en legalizar el aborto bajo cualquier circunstancia. Aunque fue ilegalizado en 1936 para alentar a las familias más numerosas, se volvió a legalizar en 1955 y pronto se convirtió en la principal forma de control de la natalidad.En la Unión Soviética, más de las tres cuartas partes de las mujeres habían tenido al menos un aborto. En 2012, esta cifra se redujo considerablemente a alrededor de 50 abortos por cada 100 nacidos vivos, aún más del doble que en Europa occidental. En su reciente informe negro y negrodocumental blanco, Olvidaré este día 2010, Alina Rudnitskaya captura ese mismo momento crucial que Room, pero en una clínica de abortos en la Rusia actual. La cámara estática y distante filma a las mujeres en la sombría sala de espera de la clínica mientras esperan su turno, surostros que reflejan la desesperación de la situación.