Crear mesas y sillas a partir de ramas de árboles y troncos puede ser tan antiguo como el tiempo mismo. Pero el estudio de diseño ruso Aotta estamos llevando la producción ecológica un paso más allá al convertir las agujas de pino sobrantes en piezas interiores imprescindibles.
El equipo mezcla agujas de pino, generalmente vistas como un producto de desecho durante la tala, con plástico biodegradable para crear un material sólido que se puede moldear en bloques. Además de los muebles, el estudio también se enfoca en la insonorización ecológica, creando barreras acústicas.de cáscaras de cáñamo y otros materiales orgánicos.
“Nuestra pasión es adoptar un enfoque ecológico para la resolución de problemas: encontrar soluciones que sean respetuosas con el medio ambiente y socialmente responsables”, dice el grupo.